sábado, 29 de septiembre de 2012

28 SEPTIEMBRE 2012. Gesto controlado





Llegamos al final de la semana analizando el mismo dibujo de BOCCIONI en el que trabajamos ayer.
   Este cuadro podría considerarse una síntesis de lo que hemos ido haciendo a lo largo del mes que llevamos ya de curso: intentar liberar la mano, pero controlando a la vez el gesto.

   Volvemos a tratar esta obra pero a través de un nuevo procedimiento. En lugar de comenzar a pintar con carboncillo sobre papel blanco, esta vez trabajamos con tizas y chunky blanco sobre fondo negro. El tratamiento de las líneas es el mismo: bandas anchas, con el chunky plano, que dialogan entre sí, se relacionan e interactúan.

    Esta vez, vamos a dividir el proceso en tres pasos:

  1. El primer paso consiste en dibujar sobre el papel una serie de bandas horizontales.
  2. El segundo, completar el espacio (sin cerrar el dibujo) con más bandas verticales.
  3. El tercer y último paso consiste en corregir estas bandas para crear relaciones. ¿Qué quiere decir esto? Debemos aumentar la intensidad del trazo en determinadas zonas para hacer que el dibujo gane profundidad, y debemos hacer que las líneas que habíamos trazado anteriormente se relacionen entre sí: que se encuentren; que avancen juntas o paralelamente; que se crucen…

Dibujo 1

    Este es el resultado obtenido después del proceso. Es evidente que la presión del trazado sobre el papel es la responsable de esa sensación de espacialidad.

    El segundo ejercicio del día consiste en introducir color a este mismo dibujo. Jugando con los tonos y las intensidades, el efecto de profundidad debería ser mayor. Para ello, también es necesario dejar zonas en las que las bandas estén muy poco marcadas y zonas en las que estas estén perfectamente definidas.

Dibujo 2

    El tercer y último ejercicio del día, que no nos ha dado tiempo a acabar, esta relacionado con un nuevo artista: FLEISCHMANN. Con él, continuamos con el ejercicio de trazado, pero esta vez debemos ser mucho más rigurosos para poder llevar a cabo este ejercicio comtemplativo, no expresivo.


Sin embargo, en las clases de DAI el tiempo vuela, así que el próximo día continuaremos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

27 SEPTIEMBRE. Recta final en la toma de contacto.


Ya estamos inmersos en la tercera semana del curso. La última semana que vamos a dedicar a la toma de contacto. Desde el inicio del curso hasta ahora hemos tratado de liberar la mano, liberar el cuerpo y liberar la mente. Y todo ello gracias a grandes artistas como Twombly, Tom Lin, Turner, Constable o Zobel.
Con un nuevo pintor comienza esta semana: BOCCIONI. Figura clave del movimiento futurista italiano, este artista se centró en el estudio del movimiento. De ahí que el cuadro que se nos muestra se caracterice por un fuerte dinamismo, y en consecuencia, por la fluidez de las curvas que se mueven por el lienzo, no como elementos aislados, sino relacionadas entre sí.
Estados de la mente

Estas semanas hemos ido aprendiendo que debemos interpretar los dibujos como procesos, es decir, debemos ser capaces de reproducir el orden de creación de las obras.
Y esta es la primera tarea de la clase de hoy.
La obra de Boccioni "Estados de la mente", está compuesta por capas. Estas capas guardan entre sí una relación de transparencia, de tal forma, que somos capaces de distinguir los distintos niveles en los que se divide la obra.
Las capas más profundas, es decir, las que primero se pintaron, están basadas en el tanteo. Son capas en las que aparecen curvas con un trazo suave, caóticas, y que no siguen ningún patrón. A medida que se va configurando el cuadro, las capas superiores pasan a ser más cuidadas, y ello queda reflejado en el uso comedido de distintas presiones o en el empleo de la goma de borrar, con la que saca detalles.
Este juego de presiones es lo que consigue que la obra adquiera volumen, especialidad, profundidad, es decir, hace que las curvas parezcan que van a salir del papel.
En cuanto a la tonalidad emocional, que también hemos tratado estos días, este cuadro transmite RELAJACIÓN, gracias al juego de presión y al empleo de líneas curvas y fluidas.
Y precisamente, como nuestro objetivo es hacer algo análogo, algo que trasmita de algún modo esa misma relajación, debemos adoptar una postura cómoda para dibujar, una postura relajada, fluida, de espadachín.
                                  Dibujo 1
   
Mientras estamos dibujando, el profesor Pedro Burgaleta nos recuerda que las curvas deben fluir, deben estar en consonancia con el dibujo. El propio cuadro debe determinar donde irán las curvas posteriores. Unas deben hablar con las otras.
   
Si bien el cuadro anterior se caracterizaba por una postura más contemplativa, comedida, la siguiente obra que tomamos como referencia plantea lo contrario. Esta se basa en el expresionismo puro y duro. Actuar sin pensar. Dejar que todo fluya libremente. Eso es lo que debemos hacer. Se trata de una imagen del artista ROMUL NUTIU, un artista del siglo XX centrado en el estudio de la forma y el movimiento.


Secretos de la montaña

Analizando la obra observamos que en ella aparece un caos de manchas, pero esta vez con límites más definidos (por lo que no debemos usar el trapo). En ella aparecen todo tipo de formas y figuras, las cuales no siguen ningún patrón. Incluso observamos líneas y curvas.
Lo que más llama la atención de este cuadro es que el artista se restringe al uso de colores primarios (cian, magenta y amarillo) y alguno secundario (verde), además del blanco y del negro.
Esta obra también está realizada a modo de capas. Hay una primera capa muy caótica, en la que el color azul no aparece a gran escala y una segunda capa en la que se superpone el uso del cian, y en la que aparecen trazos en forma de “hachazos” en colores blanco y negro.
 Siguiendo el mismo procedimiento, este es el resultado que yo he obtenido.

                                    Dibujo 2

miércoles, 26 de septiembre de 2012

26 SEPTIEMBRE 2012. Liberar y controlar el gesto



Estos son los resultados del ejercicio mandado la semana pasada para realizar fuera del aula. El objetivo consistía en ser capaces de sistematizar los cuadros de Turner mandados (“Fuego en el mar” y “Tormenta de nieve sobre barco de vapor en la bocana del puerto”), de tal forma que el resultado se asemeje a los dibujos analíticos que Leonardo de Vinci utilizaba a menudo.

Fuego en el mar
Intento 1: lápiz HB
 
Intento 2: Pilot

Intento 3: lápices de colores

Intento 4: Lápiz 2B

Tormenta de nieve sobre barco de vapor en la bocana del puerto
Intento 1: lápiz 2B
Intento 2: Bolígrafo BIC
Intento 3: lápiz HB
Finalmente, he llegado a la conclusión de que para mi gusto, es más facil realizar paralelas con un lápiz blando que permite controlar fácilmente el trazo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

21 SEPTIEMBRE 2012. Una tonalidad emocional, un gesto.


Hoy, seguimos centrándonos en el tema de esta semana: la RELACIÓN ENTRE LA TONALIDAD Y EL GESTO.
Sabemos que cada artista emplea un movimiento distinto como consecuencia de un sentimiento diferente, y lo que nosotros vemos, es la huella de ese movimiento único.
Por tanto, digamos que el artista actúa guiado por sus emociones. Pero esas emociones pueden ser muy variadas, y pueden dar lugar a dos actitudes totalmente diferentes: una actitud ACTIVA, expresionista, en la que trabajamos ayer a través del pintor Turner; y por otro lado, una actitud PASIVA, contemplativa. Este modo de comportarse requiere, ante todo, OBSERVAR. Observar el mundo que nos rodea. Observar los comportamientos de las personas. Observarnos a nosotros mismos. Observar nuestro yo interior.
Un gran artista que ejemplifica esta postura es ZOBEL, un pintor español de formación autodidacta que desarrolló una obra basada en la depuración del color y las formas. Y precisamente, es eso lo que vamos a estudiar hoy.

El procedimiento de la clase cambia ligeramente a los días anteriores. En lugar de mostrarnos una imagen fija, que debemos tomar como referencia para hacer algo análogo, hoy se suceden una serie de imágenes de obras del artista. De esta forma, debemos abstraer la esencia del pintor, su modo propio de expresarse a través del arte, y realizar un dibujo siguiendo pasos parecidos.








Imágenes como estas son las protagonistas la primera parte de la clase. Es evidente que estas obras se han creado a través de un proceso de meditación, empleando gestos relajados y contrastes de color, todos ellos dentro de la misma gama. Este conjunto de técnicas da lugar a estos cuadros que muestran un ambiente relajado.
Llega nuestro turno. Mientras empezamos a pintar y la música suena de fondo, los profesores nos van guiando. Debemos conseguir una amalgama de colores, un caos controlado al que luego iremos añadiendo manchas para darle forma. Pero esas manchas deben estar en consonancia con el dibujo. Este nos pide que sean de una forma concreta, y la más sencilla, es la forma poligonal.


Dibujo 1     

Dibujo 2    

Dibujo 3          


Estos son tres dibujos que he realizado durante la clase. En el primero, las manchas están menos definidas, y las he ido realizando con la goma, consiguiendo esa especie de formas geométricas poco definidas. Sin embargo, los dos siguientes se basan en manchas mucho más acusadas, que marcan un gran contraste entre el fondo y la figura.

jueves, 20 de septiembre de 2012

20 SEPTIEMBRE. EL GESTO Y LA TONALIDAD EMOCIONAL


Segunda semana. Continuamos con el mismo objetivo que nos va a acompañar hasta el final del curso: iniciarnos en la CREACIÓN arquitectónica. Pero no de cualquier forma, sino a través del DIBUJO, produciendo figuras a mano.

Para ello, es fundamental LIBERAR, no sólo la mano, sino todo el CUERPO.  Este inicio en la creación es una TRASLACIÓN, un paso desde una situación de partida, en la que somos USUARIOS del mundo, hasta una situación de llegada, en la que nos habremos convertido en CREADORES del mundo. Ahora mismo, situados en la posición de salida, somos seres pasivos. Hemos aprendido, e incluso automatizado de tal manera el modo de usar el mundo, que hemos olvidado cómo crear.
La socialización ha conseguido que adoptemos comportamientos establecidos, normas de conducta, de forma que los movimientos de nuestro cuerpo están modelados, y a través de ellos, también lo están nuestras operaciones mentales. Necesitamos que estas fluyan libremente. Para ello, debemos interiorizar ciertas posturas, debemos interiorizar la operación de TANTEO, un trabajo duro, que creará incertidumbre, puesto que  para ello tenemos que adoptar el fracaso como un modo de vida. Pero ello nos deparará una gran recompensa: la CREACIÓN. Convertirnos en seres activos y ser capaces de resolver aquello que se nos plantea de un modo único y personal, sin que nadie nos guíe.
Y todo ello lo vamos a conseguir, o por lo menos intentar, a través del DIBUJO.

Para empezar, es importante que seamos capaces de analizar las obras. Debemos entender el dibujo como un PROCESO, en el que el artista ha seguido una serie de pasos para alcanzar la obra final.
Pero esto no es tarea fácil. Antes, es necesario comprender que el mundo está FABRICADO. Las obras de arte están fabricadas. Nosotros, a primera vista, sólo vemos el resultado final, pero detrás se esconde un proceso de producción. Y eso es precisamente lo que debemos averiguar, cómo se ha producido cada obra de arte.
Y así, como las obras surgen de las emociones, seremos capaces de entender un poco más el sentido de las pinturas, y de lo que representan.

Concretamente, la clase de hoy tiene que ver con eso, con las emociones y su forma de plasmarse en el papel. EL GESTO Y LA TONALIDAD EMOCIONAL.
Pongamos un ejemplo.
El viernes pasado estudiamos dos cuadros totalmente distintos. El primero de ellos, de Twombly era una imagen mucho más expresionista, mientras que el segundo era más contemplativo, lento y meditado. Pues bien, esas son dos tonalidades expresivas totalmente distintas.

El primer artista de referencia de hoy va a ser JOHN CONSTABLE, un artista del siglo XVIII, próximo al Romanticismo y centrado en la naturaleza, vista como un lugar de fuerzas poderosas, un ambiente sublime.
En sus cuadros, en los que aparecen nubes, podemos ver como este expresa la tonalidad emocional a través de los gestos: trazos en distintas direcciones, con distinta fuerza y mayor o menor grado de suavidad.  Estos son dos ejemplos de obras suyas, en la que la tonalidad emocional es totalmente distinta. Mientras que uno expresa calma, el otro transmite tempestad, furia.



  

El segundo artista que vamos a estudiar hoy es WILLIAM TURNER. Se trata de un pintor inglés de finales del siglo XVIII, mucho más expresionista que Constable.
A parte de ser famosos por las acuarelas, este destacó en la representación de tormentas. Y son estos fenómenos los que vamos a estudiar hoy.
Turner expresa las tormentas como un CAOS CONTROLADO, y es capaz de representar el movimiento de las mismas. Para ello, se vale de los GESTOS. Cada movimiento de la tormenta se corresponde con un gesto distinto, de tal manera que sus cuadros se configuran como haces de pinceladas en distintas direcciones.
Pero antes de nada, para ser capaz de representar de una forma real estas tormentas, debe estudiarlas. Intenta entender el movimiento, a través de dibujos analíticos. Y para ello, hace coincidir los gestos de la mano, con los gestos del movimiento real.

Vamos a trabajar con un cuadro muy concreto suyo: Tempestad en los Alpes.
Este refleja una tormenta, brusca y potente. Para ello se sirve de las técnicas de las que hemos hablado antes. Un movimiento, un gesto. Y así consigue crear una imagen, un haz de pinceladas, que conforman una idea global.

Comenzamos a hacer un dibujo análogo. Primer intento: un fracaso. No he seguido la misma dinámica que siguió el autor y esto se debe a que no hemos analizado con detenimiento el cuadro.
Dibujo 2



Así que toca pensar. Volvemos a observarlo y hacemos un análisis de él. Representamos a través de un croquis, y de forma esquemática, las familias de trazos que configuran el dibujo.
Croquis



Tras esto, procedemos de nuevo a pintar, partiendo de nuevo de cero. Y este es el resultado. Una amalgama de trazos en distintas direcciones, con distinta textura y en distintos colores.
Dibujo 2

lunes, 17 de septiembre de 2012

14 SEPTIEMBRE 2012. Continuamos liberándonos


Segundo día. Continúan nuestros intentos por liberar la mano, una tarea cuanto menos difícil.
El jueves no pudimos terminar el dibujo, análogo a uno de los cuadros de Twombly, así que la primera tarea de hoy es acabarlo. Para ello, breve ojeada a la obra del artista y a trabajar.

BORRAR Y VOLVER A EMPEZAR. Hay que perder ese miedo. El miedo a comenzar de cero, a eliminar totalmente lo que ya teníamos hecho para conseguir partir desde una nueva perspectiva, de una nueva nada. Esta es una tarea esencial para conseguir lo que nos proponemos, pues las grandes ideas y obras no surgen ni a la primera, ni a la segunda, sino tras muchos, muchísimos intentos, fallidos algunos, y no tan fallidos otros.
Precisamente, eso es lo primero que hago. Borrar lo que ya había hecho. De este dibujo que tenía inicialmente (dibujo 1), paso a este otro (dibujo 2).


Dibujo 1
Dibujo 2

                               
Frente al caos absoluto de la obra de Twombly, mi dibujo es simplemente una amalgama de manchas, pero no transmite esa sensación de desastre. Lo he intentado de mil formas y nada. Supongo que llega un momento en que te desesperas, y ya no hay manera de conseguir nada productivo. Así que, ese ha sido el resultado final de mi dibujo.


Una vez concluido el boceto, pasamos a un nuevo artista: BRADLEY WALKER TOMLIN. Se trata de un pintor norteamericano que formó parte de la primera generación de expresionistas abstractos, tras haber atravesado por diversas etapas estilísticas en las que cabe señalar las influencias del cubismo.



El cuadro elegido por los profesores es parecido a este. Rayas de aproximadamente 4 mm de distintos colores superpuestas unas sobre otras. El proceso de creación del cuadro se basa en capas. Capas de configuran una obra final, totalmente distinta a las que habíamos visto anteriormente de Twombly. Esta nueva obra es más sobria, menos expresiva.

Y tras varias capas de rayas de colores, en distintas direcciones y con distintos trazados, este es el resultado, un dibujo basado en la repetición de una misma forma geométrica.


He de decir que me ha resultado mucho más sencillo llegar a este resultado que a los anteriores propuestos, posiblemente porque este dibujo es más sencillo y en él es más evidente el método a través del cual el artista lo ha creado.

jueves, 13 de septiembre de 2012

13 SEPTIEMBRE 2012. Primeros intentos por liberar nuestras manos




Somos cuerpos. Sí, lo somos, evidentemente. Pero la pregunta es, ¿por qué no dejamos que este actúe libremente, que sea capaz de expresar eso que somos, nuestras emociones, nuestras pasiones?

Fuimos niños, libres, ingeniosos, exploradores. Nos pasábamos el día pintando garabatos, tirados por el suelo, saltando de banco en banco, recorriendo de un modo CREATIVO el mundo. Sin embargo, ahora somos autómatas, nuestro cuerpo se mueve de un modo determinado, ya no hacemos garabatos sino que caligrafiamos el papel. Hemos dejado de EXPERIMENTAR con nuestros cuerpos.

Según nos dicen, el objetivo de esta asignatura es precisamente ese. Volver a actuar como niños. Volver a liberar nuestro cuerpo, nuestras manos, e incluso nuestra mente. Ser capaces de volver a INVENTAR la realidad y no conformarnos con una mera representación de la misma. ¿Quién habría pensado que nada más entrar en la universidad íbamos a tener una asignatura en la que “DESAPRENDER” aquello que ya habíamos asimilado a lo largo de nuestros 18 años de vida? ¿Difícil verdad? Espero que con esfuerzo y dedicación lo consiga. CREAR. SENTIR. IMAGINAR. TRANSMITIR EMOCIONES. CREAR. ¿Y cómo empezar? Haciendo garabatos.

Precisamente en eso ha consistido nuestro primer día de clase: en LIBERAR LA MANO. Para ello, hemos tomado como artista de referencia a TWOMBLY.



Esta ha sido la primera obra que nos han enseñado del artista. Tengo que reconocer que nada más verlo he pensado “¿Y esto? Pero si podría haberlo hecho cualquiera”. Sí, cualquiera podría haber hecho un cuadro dentro de ese mismo estilo, pero no ese en concreto. Ese lo hizo Twombly y por tanto, representa la huella de sus movimientos, de sus emociones. Es una marca de su identidad, de lo que sentía en el momento en que decidió pintarlo.

Como he dicho, un cuadro es una marca de una serie de movimientos, movimientos libres asociados a una emoción. Por tanto, la única forma de plasmar esas emociones en un papel o un lienzo a través del dibujo es liberándonos, soltando las manos, relajándonos.

Relajarme. Al menos eso sí que lo he conseguido hoy. Es un paso supongo. Es más, esa relajación ha ido creciendo a medida que avanzaba la clase e iba sintiéndome más cómoda. La música de fondo ayudaba a desconectar, a centrarte en tu papel, a introducirte en tu dibujo sin fijarte en el resto.





Esta es la imagen de mi primer dibujo, el cual tenía que ser análogo al anterior de Twombly. Realmente, cuando lo estaba haciendo estaba bastante perdida, no sabía que hacer. Supongo que es normal. Es un desconcierto situarte delante de una hoja en blanco sin tener ni la más remota de idea de lo que vas a hacer, y más si no estas acostumbrado. Supongo que se puede hacer mejor.


Segunda imagen. Otra obra del mismo autor. Pero antes de volver a pintar, toca pensar un poco. Analizar como está hecho el cuadro, el orden en el que el artista lo ha ido construyendo. Para ello es necesario “ABRIR EL MELÓN”, y ver que hay dentro.

Como seres humanos que somos, tenemos un pensamiento racional, que nos lleva a buscar causas de las cosas. Para nosotros todo lo que existe tiene una causa, y sentimos la necesidad de encontrarla. Es por ello que un niño abre un juguete para explorar qué hay dentro.

Para encontrar estas causas empleamos el PENSAMIENTO, ordenamos ideas y las jerarquizamos. Lanzamos conjeturas, las descartamos, lanzamos otras nuevas, y así sucesivamente. Pensar es DISCURRIR, FLUIR, conseguir que las ideas lleguen a tu mente para luego decidir si estas son válidas o no.

Es necesario para ello, PROBAR, tantear. Y eso es lo que hemos hecho hoy. Hemos ido pensando y probando en nuestros papeles esas técnicas que creíamos que el artista había empleado. Equivocarnos, borrar y volver a empezar. Eso es algo esencial. Las grandes cosas no salen a la primera, y por ello hay que perder el miedo a equivocarse. Como dijo Thomas Edison: “No me he equivocado, solo he encontrado 10.000 formas que no funcionaban”. Esa es la actitud que debemos adoptar.


                                            Mi dibujo (parte1)

 
                                  Mi dibujo (parte2)



En este segundo dibujo estaba mucho más relajada. Mi cuerpo se movía con más soltura. Pintaba algo. Me alejaba. Lo observaba y volvía a adoptar esa postura de balanceo. Es algo así como una conversación con tu propio dibujo. Y la verdad que el pintar estos garabatos, supone una liberación, liberas tensiones al menos.

Finalmente, la tercera imagen. Una imagen más colorida, más caotica. Un caos seguido de un orden a través de unas líneas curvas claras y definidas. Lo hemos analizado, y después, al lio, a pintar, a mancharse, a usar cualquier instrumento que se nos ocurra para dibujar: tizas, pasteles, barras chunkys o incluso una goma de borrar.





miércoles, 12 de septiembre de 2012

EDWARD HOPPER. MUSEO THYSSEN


11 SEPTIEMBRE 2012

EDWARD HOPPER. MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA

Hace unos días nos recomendaron que fuéramos a visitar la exposición que acoge el Museo Thyssen sobre el artista estadounidense Edward Hopper. Ya había oído hablar de ella anteriormente y sentía curiosidad por ir a visitarla.

A lo largo de la visita me he ido fijando en una serie de características que coinciden con las tendencias del artista. Sabemos que este fue siempre fiel al realismo pictórico y que recibió influencias del impresionismo a la hora de entender el color. Pues bien, me ha llamado la atención la importancia que Hopper le otorga a la luz y al color para definir los ambientes de las escenas representadas de una forma realista. Un ejemplo de ello es “Teatro de Sheridan”, en el que los tonos anaranjados y la tenue luz crean un espacio acogedor. 




En cuanto a los colores que emplea, utiliza tonos saturados, intensos, de acuerdo con las técnicas impresionistas. Y un ejemplo de ello es el cuadro que posiblemente más me ha llamado la atención de todos: “Puesta de sol ferroviaria”. El graduado en los tonos de los colores del cielo, el contraste con el terreno. Todo ello me trasmite una sensación de calma inexplicable.


Durante el recorrido por la exposición, he podido clasificar los cuadros en dos tipos según la temática: aquellos en los que aparecen paisajes (y en ellos incluyo la arquitectura) y aquellos en los que aparecen personas. También hay algunos en los que combina ambas cosas.

Entre los cuadros paisajísticos, me ha llamado la atención la abundante presencia de edificios arquitectónicos y de vistas urbanas. Pero eso no era lo más sorprendente, sino el encuadre personal desde el que artista enfoca la imagen. Pongamos un ejemplo: 



En este cuadro, “Dos puritanos”, que tiene como elemento protagonista una casa, esta no aparece en su plenitud, sino que el artista prefiere centrarse en el resto del paisaje circundante: los árboles, el césped, el camino… Con esto, consigue crear ambientes realistas. Deja de ser un edificio aislado, para convertirse en algo más personal. Este cuadro me hace sentir que yo misma estoy en él y que soy capaz de pasear por el sendero, de rodear los árboles y de detenerme ante la casa para observarla.

En mi opinión, lo que consigue Hopper con estas imágenes urbanísticas es hacer que aspectos vulgares de nuestra vida cotidiana como carreteras, puentes (“El Loop del puente de Manhattan”) o gasolineras (“Gasolina”) se conviertan en protagonistas de la escena, en parte de una obra de arte, y sean capaces de hacernos sentir emociones que nunca pensaríamos que elementos cotidianos como ese podría transmitirnos.


                                                                         Gasolina

                                      El loop del puente de Manhattan
En cuanto a las escenas de interior, que forman una gran parte de la colección, me ha llamado la atención “Habitación en Nueva York”.


En él, el artista hace que nos asomemos, desde una ventana, a una sala en la que se encuentra una pareja en un momento usual de su vida cotidiana: él lee el periódico y ella toca el piano, ambos con una expresión de cierto aburrimiento. Me gusta el contraste que se produce entre la oscuridad exterior, donde es de noche y la luz artificial del interior. Es pues, otro juego de luces y sombras, con el que Hopper incrementa esa sensación de intimidad. Este cuadro me hace sentir exterior a esa escena. Lo observo como un simple espectador, pero en ningún momento formo parte de ella.

He visto muchos más cuadros de este tipo, en los que aparece ilustrada la vida cotidiana, con personajes y escenas típicas que me resultan, en muchos casos, familiares: ”Sol de mañana”, “Conversación nocturna”.
                                                                  Sol de mañana

                                                      Conversación nocturna

Finalmente, me gustaría añadir que a través de algunos de los cuadros de Hopper he sido capaz de imaginarme escenas y situaciones, como si una historia tomara vida dentro de los cuadros y yo pudiera ser un testigo de la misma.