Ya estamos inmersos en la tercera semana del curso. La
última semana que vamos a dedicar a la toma de contacto. Desde el inicio del
curso hasta ahora hemos tratado de liberar la mano, liberar el cuerpo y liberar
la mente. Y todo ello gracias a grandes artistas como Twombly, Tom Lin, Turner,
Constable o Zobel.
Con un nuevo pintor comienza esta semana: BOCCIONI. Figura clave del movimiento futurista italiano, este artista se centró en el estudio del movimiento. De ahí que el cuadro que se nos muestra se caracterice por un fuerte dinamismo, y en consecuencia, por la fluidez de las curvas que se mueven por el lienzo, no como elementos aislados, sino relacionadas entre sí.
Estados de la mente |
Estas semanas hemos ido aprendiendo que debemos
interpretar los dibujos como procesos, es decir, debemos ser capaces de
reproducir el orden de creación de las obras.
Y esta es la primera tarea de la clase de hoy.
La obra de Boccioni "Estados de la mente", está compuesta
por capas. Estas capas guardan entre sí una relación de transparencia, de tal
forma, que somos capaces de distinguir los distintos niveles en los que se
divide la obra.
Las capas más profundas, es decir, las que primero se
pintaron, están basadas en el tanteo. Son capas en las que aparecen curvas con
un trazo suave, caóticas, y que no siguen ningún patrón. A medida que se va
configurando el cuadro, las capas superiores pasan a ser más cuidadas, y ello
queda reflejado en el uso comedido de distintas presiones o en el empleo de la
goma de borrar, con la que saca detalles.
Este juego de presiones es lo que consigue que la obra
adquiera volumen, especialidad, profundidad, es decir, hace que las curvas
parezcan que van a salir del papel.
En cuanto a la tonalidad emocional, que también hemos
tratado estos días, este cuadro transmite RELAJACIÓN, gracias al juego de
presión y al empleo de líneas curvas y fluidas.
Y precisamente, como nuestro objetivo es hacer algo
análogo, algo que trasmita de algún modo esa misma relajación, debemos adoptar
una postura cómoda para dibujar, una postura relajada, fluida, de espadachín.
Dibujo 1 |
Mientras estamos dibujando, el profesor Pedro Burgaleta
nos recuerda que las curvas deben fluir, deben estar en consonancia con el
dibujo. El propio cuadro debe determinar donde irán las curvas posteriores.
Unas deben hablar con las otras.
Si bien el cuadro anterior se caracterizaba por una
postura más contemplativa, comedida, la siguiente obra que tomamos como
referencia plantea lo contrario. Esta se basa en el expresionismo puro y duro. Actuar
sin pensar. Dejar que todo fluya libremente. Eso es lo que debemos hacer. Se trata
de una imagen del artista ROMUL NUTIU, un artista del siglo XX centrado en el
estudio de la forma y el movimiento.
Secretos de la montaña |
Analizando la obra observamos que en ella aparece un caos
de manchas, pero esta vez con límites más definidos (por lo que no debemos usar
el trapo). En ella aparecen todo tipo de formas y figuras, las cuales no siguen
ningún patrón. Incluso observamos líneas y curvas.
Lo que más llama la atención de este cuadro es que el
artista se restringe al uso de colores primarios (cian, magenta y amarillo) y
alguno secundario (verde), además del blanco y del negro.
Esta obra también está realizada a modo de capas. Hay una
primera capa muy caótica, en la que el color azul no aparece a gran escala y
una segunda capa en la que se superpone el uso del cian, y en la que aparecen
trazos en forma de “hachazos” en colores blanco y negro.
Siguiendo el mismo
procedimiento, este es el resultado que yo he obtenido.
Dibujo 2 |
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