jueves, 27 de septiembre de 2012

27 SEPTIEMBRE. Recta final en la toma de contacto.


Ya estamos inmersos en la tercera semana del curso. La última semana que vamos a dedicar a la toma de contacto. Desde el inicio del curso hasta ahora hemos tratado de liberar la mano, liberar el cuerpo y liberar la mente. Y todo ello gracias a grandes artistas como Twombly, Tom Lin, Turner, Constable o Zobel.
Con un nuevo pintor comienza esta semana: BOCCIONI. Figura clave del movimiento futurista italiano, este artista se centró en el estudio del movimiento. De ahí que el cuadro que se nos muestra se caracterice por un fuerte dinamismo, y en consecuencia, por la fluidez de las curvas que se mueven por el lienzo, no como elementos aislados, sino relacionadas entre sí.
Estados de la mente

Estas semanas hemos ido aprendiendo que debemos interpretar los dibujos como procesos, es decir, debemos ser capaces de reproducir el orden de creación de las obras.
Y esta es la primera tarea de la clase de hoy.
La obra de Boccioni "Estados de la mente", está compuesta por capas. Estas capas guardan entre sí una relación de transparencia, de tal forma, que somos capaces de distinguir los distintos niveles en los que se divide la obra.
Las capas más profundas, es decir, las que primero se pintaron, están basadas en el tanteo. Son capas en las que aparecen curvas con un trazo suave, caóticas, y que no siguen ningún patrón. A medida que se va configurando el cuadro, las capas superiores pasan a ser más cuidadas, y ello queda reflejado en el uso comedido de distintas presiones o en el empleo de la goma de borrar, con la que saca detalles.
Este juego de presiones es lo que consigue que la obra adquiera volumen, especialidad, profundidad, es decir, hace que las curvas parezcan que van a salir del papel.
En cuanto a la tonalidad emocional, que también hemos tratado estos días, este cuadro transmite RELAJACIÓN, gracias al juego de presión y al empleo de líneas curvas y fluidas.
Y precisamente, como nuestro objetivo es hacer algo análogo, algo que trasmita de algún modo esa misma relajación, debemos adoptar una postura cómoda para dibujar, una postura relajada, fluida, de espadachín.
                                  Dibujo 1
   
Mientras estamos dibujando, el profesor Pedro Burgaleta nos recuerda que las curvas deben fluir, deben estar en consonancia con el dibujo. El propio cuadro debe determinar donde irán las curvas posteriores. Unas deben hablar con las otras.
   
Si bien el cuadro anterior se caracterizaba por una postura más contemplativa, comedida, la siguiente obra que tomamos como referencia plantea lo contrario. Esta se basa en el expresionismo puro y duro. Actuar sin pensar. Dejar que todo fluya libremente. Eso es lo que debemos hacer. Se trata de una imagen del artista ROMUL NUTIU, un artista del siglo XX centrado en el estudio de la forma y el movimiento.


Secretos de la montaña

Analizando la obra observamos que en ella aparece un caos de manchas, pero esta vez con límites más definidos (por lo que no debemos usar el trapo). En ella aparecen todo tipo de formas y figuras, las cuales no siguen ningún patrón. Incluso observamos líneas y curvas.
Lo que más llama la atención de este cuadro es que el artista se restringe al uso de colores primarios (cian, magenta y amarillo) y alguno secundario (verde), además del blanco y del negro.
Esta obra también está realizada a modo de capas. Hay una primera capa muy caótica, en la que el color azul no aparece a gran escala y una segunda capa en la que se superpone el uso del cian, y en la que aparecen trazos en forma de “hachazos” en colores blanco y negro.
 Siguiendo el mismo procedimiento, este es el resultado que yo he obtenido.

                                    Dibujo 2

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